Existen varias características que diferencian el jamón ibérico del jamón serrano, la más importante es la raza del cerdo de donde proceden. Los cerdos ibéricos solo se pueden encontrar dentro de las fronteras de la Península ibérica, es decir, en España y Portugal. En cuanto al jamón ibérico, por mucho que en otros lugares intenten copiarlo, es una gesta que no pueden lograr, ya que no cuentan con las condiciones climatológicas, nutricionales y artesanales idóneas para lograr la misma excelencia y el mismo sabor en el resultado final. Respecto al jamón serrano, el nombre de serrano tiene su origen en la Serranía de España, y es el nombre coloquial que recibe el jamón no ibérico y que, salvando las distancias de elaboración y curación, puede elaborarse en cualquier lugar del mundo porque procede de un cerdo común o de raza blanca.

En cambio, los cerdos de raza ibérica tienen cualidades genéticas que otras razas no tienen: la más importante es que filtran la grasa en el músculo, y esto conjugado con una alimentación adecuada y su paso por el campo o la dehesa, dan lugar a una carne jugosa, “llena de matices y aromas”. Empresas como la Jamonería Enrique Tomás destacan esta diferencia como aspecto clave en la exclusividad del jamón ibérico en el mundo y la delicia culinaria que es. Aquí el jamón es su razón de ser buscando siempre la mejor calidad con el máximo mimo y dedicación que necesitan cada una de sus piezas de jamón, sean de la raza que sean.

El jamón como sentimiento, más que como un simple alimento

Enrique Tomás tiene un centenar de tiendas especializadas en jamón ibérico en todo el mundo. Con 40 años de experiencia, empezaron como un pequeño puesto en el mercado de la Salut en Badalona. Desde entonces y hasta la fecha, Enrique Tomás no ha hecho sino crecer, a tal punto que es la cadena de jamonería más grande del mundo. Se rodeó de los artesanos del jamón, productores y expertos, ya que para la empresa “el jamón no es un alimento, sino un sentimiento”. Su expansión ha estado ligada a altos estándares de calidad que ofrece a sus clientes, que inician con la selección adecuada y rigurosa de los productores hasta la revisión que hacen al momento de enviar el jamón a las casas de los clientes. Su catálogo incluye una amplia variedad de tipos de jamones y en diferentes formas de presentación. Para ayudar en la toma de decisiones, la empresa dispone de personal que se encarga del asesoramiento y la orientación, con la cual el cliente podrá pasar por la zona de degustación y podrá disfrutar de tapas y los peculiares conos de taquitos y virutas.

Enrique Tomás: tradición culinaria ibérica

En su tienda virtual destaca en primer plano la oferta del Jamón de Bellota Ibérico y también del Jamón de cebo Ibérico, que pesan entre 7 y 9 kilos y encarnan la tradición culinaria que caracteriza a España y Portugal del resto del mundo. Ambos con más de 30 meses de curación, ideal para tapas, bocadillos… Además, más allá del jamón ibérico, Enrique Tomás cuenta con una selección de embutidos como lomo, chorizo y salchichón en formato de piezas o loncheados, según la comodidad del cliente. Los paladares más exigentes también pueden disfrutar de quesos curados y productos derivados de la leche de cabra, oveja y vaca.

Para esta corporación, “el mejor jamón es el que más te gusta”, por eso ofrecen una gran variedad de opciones y formas. Adaptándose a todas las preferencias de los clientes, Enrique Tomás ofrece calidad en sus productos con el objetivo de posicionar el jamón ibérico entre las mejores joyas gastronómicas mundiales.

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