El bótox y el ácido hialurónico son los dos procedimientos de medicina estética más empleados en la actualidad. Son solicitados por pacientes que quieren mejorar y rejuvenecer su aspecto, ya que ambos tratamientos ofrecen resultados óptimos en la corrección y eliminación de arrugas.

Es recomendable realizar este tipo de tratamientos en centros de medicina y cirugía estética profesionales como en The Royal Clínic, dirigida por el Doctor Marín, médico especialista en cirugía Plástica, Estética y Reparadora, líder en el sector de los tratamientos de belleza de alta calidad.

¿Qué es el bótox?

Se trata de un producto derivado de la toxina botulínica utilizado, en su mayoría, para tratamientos de medicina estética y rejuvenecimiento facial. Es un tratamiento sencillo en manos expertas, rápido y muy efectivo que ofrece un rejuvenecimiento inicial espectacular y, con el uso continuado, un efecto antienvejecimiento a largo plazo.

La toxina botulínica actúa impidiendo el movimiento muscular por relajación. Con este método es posible reducir las arrugas, proporcionando un aspecto mejorado a la piel. El efecto se comienza a notar a partir de las 48 o 72 horas desde la aplicación y se mantiene entre 4 y 6 meses, dependiendo del paciente.

Además de utilizarse en el sector de la medicina estética, el bótox también se utiliza para tratar patologías como la hiperhidrosis, espasmos musculares, estrabismo, migrañas, incontinencia urinaria, entre otras.

Aplicaciones del ácido hialurónico

El ácido hialurónico es otro de los tratamientos poco invasivos de mayor demanda en medicina estética. Se trata del producto de relleno más utilizado a nivel mundial por su alta versatilidad y fiabilidad, ya que puede ser utilizado tanto para hidratar la piel como para aportar volumen a diversas partes del cuerpo.

Se trata de un polisacárido que posee muchas propiedades beneficiosas para la piel al atraer y retener agua para hidratación de los tejidos y, debido a que es una molécula presente en nuestro organismo, su integración en la piel se produce de forma natural.

El tratamiento con ácido hialurónico se realiza inyectando determinadas cantidades a través de la piel para rellenar arrugas y recuperar el volumen perdido por la edad. Es considerado el material de relleno más seguro y con menores riesgos.

El ácido hialurónico permite corregir distintos tipos de arrugas, como las arrugas de la frente, las patas de gallo, las peribucales, el entrecejo, los surcos nasogenianos, las comisuras, etc.

También es muy útil para dar volumen a labios, pómulos, mentón, corregir alteraciones de la nariz (rinomodelación) e hidratar la piel de cara, cuello, escote y manos, entre otros. En grandes cantidades también se utiliza para dar volumen a los glúteos y pantorrillas, permitiendo remodelar el cuerpo con mínimas complicaciones.

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