Superar la amarga experiencia en la que el cuerpo se paraliza y las palabras se olvidan es posible con las recomendaciones de la experta en comunicación, Mónica Galán Bravo. Mediante su ayuda, se consigue tener un discurso exitoso, ya que cuando se habla en público, a veces no es suficiente con respirar profundamente para conseguir el miedo escénico desaparezca.

El ponente debe transformar de manera positiva las causas del miedo

Destacar tanto en un salón frente a un pequeño grupo de personas como ante un auditorio multitudinario es posible con unas buenas técnicas de comunicación, que empiezan por tener seguridad en uno mismo y conocimiento del tema del cual se habla.

Sin embargo, existen algunos detonantes que pueden empañar el desempeño durante la emisión de un discurso. Uno de ellos es el temor de quedarse parado frente a un número indefinido de miradas. Además, incluso cuando se domina el tema, la persona puede llegar a bloquearse hasta el punto de no ser capaz de emitir una sola palabra.

Mónica Galán Bravo es experta en comunicación verbal y no verbal, además de coach y conferenciante internacional sobre comunicación, liderazgo y motivación y ha desarrollado unas sencillas herramientas que resultan muy efectivas a la hora de hablar en público de manera tan fluida y clara que se asegure toda la atención de la audiencia.

El miedo a hablar en público puede estar condicionado por varios factores, como errores cometidos en discursos anteriores que sean considerados un fracaso, la evaluación por parte del público y la presión de ganarse su aprobación. Ese descontrol, producto de los nervios, puede afectar la imagen que se proyecta ante los demás. Tal y como recomienda esta experta, lo ideal es reconocer las causas del miedo y transformarlas positivamente.

Dominar el discurso

Por eso es importante aprender las técnicas de lenguaje verbal y no verbal que ayudarán a dominar el discurso. Esto se logra a través de la formación y la práctica y su resultado impulsará el desarrollo personal y profesional del emisor.

Por lo general, esa rigidez producto del temor hace fijar la mirada hacia un solo punto, acto que genera un efecto contrario en el público. Para superar este obstáculo, Galán recomienda repartir la mirada hacia todo el grupo de manera ecuánime y relajada.

El miedo escénico es considerado uno de principales problemas a los que se enfrentan las personas que deben dirigirse a un público, ya sea personalmente o a través de dispositivos tecnológicos. Y, como vemos, controlar, dominar y eliminar ese miedo escénico es algo que, con los ejercicios adecuados, puede conseguirse con facilidad.

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