Cuando un negocio va más allá de los fines comerciales y su filosofía se encuentra intrínseca en todo el proceso de producción, se genera un compromiso del fabricante con sus clientes que se traduce en factores como la calidad, la excelencia y la fidelidad. Uno de los claros ejemplos es la empresa Wolves Legacy, que más que ofrecer pienso de alta gama para perros, se trata de un sistema de valores que comprende la relación de amor entre las mascotas y su familia humana.

Con sedes en Maryland, Estados Unidos, y en Lugo, España, la empresa fundamenta su forma de trabajar en una historia que ha sido registrada y difundida mundialmente como una manera de fijar en sus clientes el amor con el que el equipo trabaja para llevar a cada hogar la salud y la longevidad que los perros necesitan. Con escenario en el Viejo Oeste norteamericano, la narración que inspira a Wolves Legacy pienso resume un sentimiento recíproco de lealtad y nobleza.

Un soñador que supo escuchar a su corazón

Todo se inicia en un sueño en el que un sabio de la tribu Chinook le aconsejó buscar fortuna en las minas de oro, con la condición de que, suceda lo que suceda, siempre escuchara a su corazón.

El joven Jefferson Dreamer decidió dejar su labor como obrero de un rancho ganadero para sumarse a la fiebre del oro: quería conquistar a Mary Fischer, la hija del banquero del pueblo, y se sentía inseguro frente a ella por su condición social, al punto que no se atrevía siquiera a mirarla.

Partió con su caballo y su perro Jack, hacia las lejanas zonas donde extraer las pequeñas piezas de oro en el lecho de un río, con unas condiciones de alimentación limitadas a frijoles enlatados, las que fueron deteriorando la salud de su amigo canino, hasta el punto de poner en peligro su vida.

Al ver al perro malnutrido, un joven nativo de la tribu Chinook dio a Jeff un preparado disecado que aprendió a elaborar conociendo cómo se alimentaban los lobos más fuertes y sanos de la zona. Era una mezcla de tres tipos de carnes secas con una cuidada selección de hierbas medicinales y otros vegetales que los lobos tomaban de las vísceras de sus presas. Toda la mezcla estaba conservada naturalmente a la usanza nativa mediante el secado y las especias que actuaban como fungicidas y bactericidas naturales, siendo esas las técnicas que actualmente conservan al pienso Wolves Legacy.

En la mezcla se incluía una pequeña flor que crecía en esas praderas salvajes, con poderosas propiedades inmune reforzadoras, propiedades que incluso en nuestros días merecen detallados estudios e informes del United States Department of Agriculture.

Al dar esta fórmula a Jack, el joven logró no solo salvarle la vida, sino rejuvenecerlo en pocos días.

Jeff decidió no continuar con su búsqueda de riqueza y abandonar el oro que ya empezaba a aparecer, por temor a que su perro sufriera más y regresó a su viejo empleo de peón de campo.

En el pueblo se conoció su historia de nobleza y lealtad, que llegó a oídos de Mary Fischer, a quien impactó de manera muy positiva, y por ella también a los ganaderos de la región, para quienes Jeff comenzó a preparar la fórmula que llevó salud y vitalidad a todos los perros pastores de la zona.

La fama de esta fórmula seca preparada con carne de rumiante, ave y salmón, además de hierbas medicinales y otros vegetales, dio al joven vaquero Jeff una sólida posición económica al convertirlo en un rico industrial, quien debió entonces hacer visitas cada vez más seguidas al banco como cliente, aunque la mayor parte de esas visitas eran una excusa para acercarse a la muchacha.

El matrimonio con Mary Fischer dio como fruto a 10 hijos y casi un centenar de nietos, quienes continuaron el legado del abuelo al producir cada vez más y mejor el alimento ideal que Jeff llamó Wolves Legacy, el “legado de lobos”.

Una lección de vida le permitió fabricar el mejor pienso

La historia de amor y lealtad se ha convertido en la filosofía que guía a los líderes de la marca, a través de la crianza de lobos y perros lobo en campo libre, para probar con ellos el pienso que será distribuido no solo en España, sino por toda Europa a través de la venta online.

Debido a que guardan entre ellos apenas 15.000 años de evolución (nada para la biología), los lobos y los perros tienen organismos casi idénticos, ya que su evolución biológica demandó más de 50 millones de años desde el Miacis. Es por ello que Wolves Legacy ofrece la fórmula ideal para mascotas que presenten sensibilidad o intolerancia a otros piensos, pues si son adecuados para los lobos, también lo son para los perros. Esta filosofía es ley de vida para los productores de la marca que cada día gana más seguidores en todo el mundo.

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